Parece que ya es posible. Theodore Berger y un equipo de la Universidad del Sur de California crearon un dispositivo que se implanta en el cerebro e imita los procesos que dan origen a los recuerdos de largo plazo. "Hemos logrado entender que son los recuerdos de largo plazo y cómo se codifica esta información", comparte Berger.
Ellos ven el desarrollo neuronal como un procesamiento de señales, es decir neuronas que reciben señales eléctricas, las modifican y producen otras señales. Han probado los chips en ratas y tienen la capacidad de reproducir las señales neuronales que permiten recordar experiencias y tener acceso al conocimiento; son una esperanza para quienes padecen Alzheimer , derrames cerebrales o lesiones que hayan dañado las redes neuronales. Berger imagina que en un futuro no muy lejano los implantes electrónicos podrían ayudar a los pacientes con pérdida grave de memoria.
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