Literalmente, son sujetos no identificados. Se trata de los nombres que, en el sistema judicial de Estados Unidos de América y Canadá, se da a aquellas personas cuya identidad se desconoce (por ejemplo, un cuerpo no reconocido) o, bien, cuando se desea proteger a alguien para evitar posibles consecuencias negativas durante una investigación o causa judicial.
También se ha usado el de Baby Doe para referirse a un bebé. El empleo de estos nombres ficticios se originó probablemente en la Inglaterra del siglo XIV, y hoy día se usan también como elementos en los modelos para llenar formularios y solicitudes.
0 Comentarios