Si no existiera la luna el efecto más inmediato se notaría en las mareas, que serían mucho más pequeñas porque la gravedad de la luna se encarga de dos terceras partes del "tirón" que mueve los mares de la tierra. Esto tendría un gran impacto en la vida del planeta porque hay especies importantes cuyos ciclos vitales están sincronizados con las mareas. Incluso algunos animales terrestres basan su comportamiento en los cambios de brillo de la luna a lo largo del mes.
A gran escala y largo plazo, las consecuencias para la tierra serían más dramáticas. La gravedad de la luna ayuda a estabilizar la rotación de nuestro planeta y mantiene la inclinación de 23 grados de nuestro eje más o menos constante, dando lugar a las estaciones y haciendo que una gran parte de la tierra tenga temperaturas moderadas. Sin la luna, nuestro planeta podría volverse como Marte, cuyo eje se balancea hacia adelante y atrás, entre los 15 y los 35 grados durante decenas de miles de años, haciendo que el clima pase de un extremo a otro. Por si fuera poco, algunos astrónomos creen que la luna también juega un papel fundamental "parando" asteroides y cometas que de lo contrario chocarían contra nuestro planeta. Si no existiera la luna, sufríríamos muchos más impactos.
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