Con ese nombre se conoce a un tipo especial de esculturas japonesas en miniatura, que originalmente servían como una especie de botones para detener pequeños bolsos que se portaban en la indumentaria tradicional, puesto que los trajes típicos no tenían bolsillos.
Había diversas formas de Netsukes y estaban hechos de distintos materiales, como marfil, maderas preciosas, metal, dientes de hipopótamo, colmillos de jabalí, ágata y porcelana.
Representaban una amplísima variedad de figuras y llegaron a alcanzar un refinamiento exquisito durante la época de mayor producción: el período Edo (1615-1868). Hoy son apreciados por coleccionistas de todo el mundo.
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