Las heladeras congelan los ingredientes a la vez que los remueven para unirlos. La mezcla para el helado se coloca en un recipiente de doble capa que contiene un líquido refrigerante en su interior. En las máquinas más modernas hay que enfriar el recipiente antes de empezar, mientras que en las antiguas se usa una combinación de hielo y sal en grano, que reduce el punto de congelación del hielo.
Cuando los ingredientes para el helado (por ejemplo huevos, azúcar, nata y algún sabor) entran en contacto con el interior congelado del recipiente, la mezcla se congela. El movimiento rompe los cristales de hielo que se forman e introduce aire para que el helado adquiera su típica textura cremosa. Si lo que quieres es un helado más duro, o si tú mezcla lleva alcohol, es probable que tengas que dejar el helado recién hecho un rato en el congelador.
0 Comentarios