Para que la vejiga funcione correctamente hay varias zonas dentro de ella que deben funcionar bien. Normalmente la incontinencia se debe al fallo de algunas de ellas. Una forma común de incontinencia es aquella en la que el individuo siente la repentina necesidad de orinar y expulsa orina sin poder controlarla. A menudo esto se debe a espasmos involuntarios del músculo detrusor que puede ser fruto de problemas en el sistema nervioso o de alguna infección.
Otro tipo es la incontinencia por estrés, que ocurre cuando se dañan el esfínter externo o los músculos del suelo pélvico. La orina se puede escapar accidentalmente, en especial cuando hay presión en el suelo pélvico (por ejemplo al toser, reír o estornudar). Este tipo de incontinencia es más común en la gente mayor. Una de las soluciones más extendidas son los implantes de colágeno; éste se inyecta a través de la pared de la uretra para compensar la debilidad de los tejidos del esfínter.
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