Hay muchos tipos de bombas de agua, pero las más comunes son las de desplazamiento positivo, como las bombas de pistón manuales que a veces se encuentran en algunos parques y en la mayoría de los países en vías de desarrollo. Estas bombas recogen el agua de una reserva central y la hacen subir por un tubo, algo que normalmente se consigue gracias a una válvula que tienen pistón y un cilindro. Al combinarse, succionan el agua a través de un cilindro y la hacen pasar a una cámara más grande.
Cuando el pistón se empieza a levantar, su propia válvula se cierra por el aumento de presión en la cámara más alta del cilindro. La válvula de la reserva del cilindro se abre por la disminución de presión en la Cámara inferior. Así, el agua sube continuamente desde una fuente subterránea y llega a la superficie. Originalmente, las bombas de agua se inventaron para optimizar la extracción de agua de los pozos en las ciudades, algo que anteriormente se hacía con el pesado método del cubo y la cuerda; gracias a la bombas esta tarea resultaba más cómoda y rápida.
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