En 1945. El ingeniero estadounidense Percy Spencer estaba investigando posibles formas de mejorar el funcionamiento del radar en la empresa Raytheon Co. Trabajaba rodeado de magnetrones, unos dispositivos que transforman energía eléctrica en microondas electromagnéticas. Un día, se percató de que el chocolate que llevaba en el bolsillo se estaba derritiendo mientras se encontraba delante de un magnetrón. Había descubierto que la exposición a microondas electromagnéticas de baja intensidad calienta los alimentos. Luego de experimentar con palomitas de maíz y huevos, Spencer construyó el primer y tosco horno microondas. En 1946, Raytheon sacó la patente, y en 1947 el Radar Range salió a la venta.
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