En 1921, para conmemorar los primeros cien años de vida independiente, el gobierno mexicano acuñó dos monedas: una de plata con valor nominal de dos pesos y una de oro con valor nominal de cincuenta pesos. La primera tiene en el anverso una Victoria alada y la leyenda "Dos pesos 24 Gr. plata pura", y en el reverso, un águila. La moneda de oro mejor conocida como centenario, tiene en el anverso un águila y en el reverso, una victoria alada.
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