Si hay una cantidad exagerada de líquidos corporales se eleva en poco tiempo la presión arterial y puede provocar hipertensión en el sistema cardiovascular. Los órganos más vascularizados, como el cerebro, con venas y arterias muy pequeñas, pueden verse afectados, reventarse y provocar un derrame cerebral.
Cuando la persona tiene exceso de agua en el cuerpo padecerá calambres, debilidad y palpitaciones porque el cuerpo tratará de regularse y, en ese intento, empieza a mover electrolitos como el potasio (K) o el sodio (Na), que funcionan como una bomba regulada; cuando hay más potasio en las células debe bajar el sodio y viceversa. Esta "bomba" de sodio-potasio siempre estará en equilibrio.
Cuando no hay potasio existen los calambres, porque es responsable de una pequeña carga eléctrica para que el músculo pueda moverse con naturalidad, estirarse y regresar a su forma normal. Si uno se excede en el consumo de agua los electrólitos se diluyen a tal grado que no alcanzan a llegar a los músculos de forma habitual y entonces es muy probable que provoquemos en el cuerpo un calambre generalizado de los músculos, incluso en el corazón.
Una persona normal debe consumir de 8 a 10 vasos de agua al día; pero dosificada durante todo el día. Hay gente que toma dos litros de agua en pocos minutos y piensa que así ha cubierto su cuota sin saber que si bien no dañará su salud, tampoco le servirá de nada.
Cuando la persona tiene exceso de agua en el cuerpo padecerá calambres, debilidad y palpitaciones porque el cuerpo tratará de regularse y, en ese intento, empieza a mover electrolitos como el potasio (K) o el sodio (Na), que funcionan como una bomba regulada; cuando hay más potasio en las células debe bajar el sodio y viceversa. Esta "bomba" de sodio-potasio siempre estará en equilibrio.
Cuando no hay potasio existen los calambres, porque es responsable de una pequeña carga eléctrica para que el músculo pueda moverse con naturalidad, estirarse y regresar a su forma normal. Si uno se excede en el consumo de agua los electrólitos se diluyen a tal grado que no alcanzan a llegar a los músculos de forma habitual y entonces es muy probable que provoquemos en el cuerpo un calambre generalizado de los músculos, incluso en el corazón.
Una persona normal debe consumir de 8 a 10 vasos de agua al día; pero dosificada durante todo el día. Hay gente que toma dos litros de agua en pocos minutos y piensa que así ha cubierto su cuota sin saber que si bien no dañará su salud, tampoco le servirá de nada.
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